El objetivo sigue siendo el mismo, frenar al populismo y la concentración del poder. Se tiene que trabajar con lo que hay, no con lo ideal. Sí por México tendrá que orientar el “voto útil” al electorado.

¿Quién ganará las elecciones del 6 de junio? ¿La oposición podrá ser contrapeso en la Cámara de Diputados o Morena y sus aliados mantendrán la mayoría?

 

Vivimos un brote de populismo en México que pretende concentrar todo el poder en un solo hombre. Sabemos que el populismo, por sí mismo, es incapaz de mantenerse en el poder por medios democráticos legítimos, por eso, siempre intenta utilizar la fuerza y los recursos del Estado para destrozar la democracia y perpetuarse indefinidamente en el poder.

En Latinoamérica, además, el populismo se viste de socialismo anacrónico y pretende la concentración del poder económico en el Estado (el gobierno) y, cuando esto se logra, la economía se destruye y la pobreza se multiplica; mientras la riqueza se concentra en unos cuantos amigos y compadres del populista.

No todo es fuerza, también hay propaganda. El populista se vende todos los días como un ser iluminado, con una fuerza moral divina para situarse por encima de la ley, de su estupidez y de sus perversidades.

Después de 2 años y meses, queda claro que Morena y Andrés Manuel López Obrador son lo que se temía y, que sin contrapesos, llevarán a México al escenario esperado: Concentración de poder, reparto de botín entre compadres, destrucción del mercado, cancelación del desarrollo social y económico, incremento de la pobreza, supresión de las libertades, de la democracia y de la inteligencia colectiva.

Quien a estas alturas aún defienda a la 4T se aferran a por resignación, resentimiento o ilusión.

Los candidatos en México tienen que pertenecer a un partido político. Es muy complicado ser candidato independiente y formar un partido nuevo. Así es que la organizaciones civiles, agrupadas en Sí por México, han hecho lo que han podido: fomentar una alianza entre partidos políticos de oposición -Va por México- y promover a candidatos ciudadanos en los distritos electorales competidos.

Hay distritos electorales que los partidos pueden ganar por sí mismos y hay otros en donde no ganarán si no se abren a la voz ciudadana y al apoyo de las organizaciones civiles. Hablo de los distritos para las diputaciones federales, porque ése es el gran objetivo de Sí por México, lograr el equilibrio en la Cámara de Diputados.

A nivel local, hay estados que han respondido al reto y hay estados en que las mafias partidistas pudieron más que el objetivo superior ciudadano.

En resumidas cuentas, el objetivo sigue siendo el mismo, frenar al populismo y se tiene que trabajar con lo que hay, no con lo ideal. Sí por México tendrá que orientar el “voto útil” al electorado.

¿Cómo puede hacerlo? Con una validación de candidatos por distrito conforme a criterios objetivos, pero el más importante es uno y es muy pragmático: capacidad de ganar la elección.

¿Qué más puede hacer? Movilizar a la población el día de la elección, defender los resultados y vigilar a los diputados ganadores en su actuación.

Es posible que México responda al reto, salga a defender sus libertades y su democracia el 6 de junio, y gane la mayoría en la Cámara de Diputados. También es posible que la compra de votos, la intimidación y la propaganda gubernamental le den el triunfo a Morena. Todo dependerá no de las preferencias sino de quién salga a votar.

En resumen: lo agudo se puede resolver el 6 de junio, lo crónico, después del 6 de junio, pero si no se atiende lo agudo, lo crónico será de vida o muerte.

 

 

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*Santiago Roel R. es director y fundador de Semáforo Delictivo, herramienta de rendición de cuentas, evaluación y análisis del comportamiento de la delincuencia y violencia en México.

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